Rica combinación de salsa y shots
Medellín que se viene
convirtiendo en una ciudad abierta para ser visitada, tiene una mezcla de
costumbres y gustos de todas partes del mundo, que fueron adoptadas como
propias por sus ciudadanos. Desde el
gusto por la salsa que viene de Cuba, Puerto Rico y sus inmigrantes en Nueva
York hasta la pre-rumba que empieza con un trago de varios licores mezclados;
costumbre que viene de Estados Unidos y Europa.
Estos dos, la salsa y el shot, son protagonistas también en las
noches de rumba en Medellín y nos dimos a la tarea de visitar lugares con estas
características en el Parque Lleras.
La noche; una de esas medio
cálidas que a veces hace en Medellín; el
recorrido era largo, pero no se podía iniciar muy temprano, la rumba en
Medellín aunque empieza temprano para los extranjeros acostumbrados a salir en
la madrugada, empieza a calentar a partir de las 10:30.
El Parque Lleras era nuestro
destino, infaltable por su tradición y fama. Es un miércoles y a pesar de eso, las calles están concurridas, se escuchan
diferentes géneros musicales que salen de todos los bares abiertos para quienes
el fin de semana empieza desde el miércoles. La luz azul neón que se imprime en
el blanco del primer bar nos llama. Es Street
Shots, un lugar ya reconocido en la ciudad, que cada fin de semana esta
repleto de jóvenes que se aventuran a hacer una ruta del shot que seguramente terminará, en lagunas, "¿qué paso ayer?"
y un fuerte guayabo de tantos licores mezclados.
La dinámica del lugar no es muy diferente a la que ofrecen todos los
bares de la ciudad que tienen el formato de servir shots. Su administrador comenta mientras uno de los barman prepara nuestro primer trago, que
en una noche de fin de semana se pueden preparar 1.600 shots y que son visitados especialmente por jóvenes entre los 24 y
30 años.
El primer trago paso suave, una
mezcla de vodka, bolls y soho que allí lo denominan Lleras fue nuestro elegido
porqque la noche apenas comenzaba. En Street
Shots, los tragos tienen nombres de los barrios de Medellín.
El próximo bar a visitar sería
Chupitos, allí el ambiente ya se sentía mucho más activo, más personas, la
música y su colorido por dentro, hacen que la visita al lugar invite a tomarse
el shot, y hacer parte de los rituales
que allí se manejan, como ponerse gafas, sombreros, pelucas y elementos
eróticos mientras se disfruta de un shot,
generalmente con un grupo de amigos. Su
objetivo con estos elementos es involucrar los cinco sentidos en esta
experiencia y que los principales protagonistas sean sus visitantes, que además
pueden escoger entre 150 tipos de shots
que se ofrecen allí.
El parque Lleras, también ofrece
entre sus diferentes lugares de rumba, un espacio para quienes la salsa es un
estilo de vida. En Buenavista, Desde la
entrada, por unas escaleras oscuras se empieza a sentir el ambiente
salsero, un letrero invita a sus
visitantes a ponerle salsa a la vida y de fondo se escucha música de la Fania a un volumen que hace que el
cuerpo se mueva sólo. La decoración del lugar con recortes de periódico,
fotografías de los más legendarios salseros,
long plays y una luz roja tenue son
la combinación perfecta para quienes disfrutan de escuchar salsa y para quienes
se animan a bailar.
Y aunque es miércoles, en
Buenavista se encuentra una pareja que dice disfrutar del lugar porque es
relajado y porque gozan de los toques en vivo que se hacen allí cada fin de mes.
Este lugar pensado para amantes de la salsa clásica es
visitado desde hace dos años por jóvenes y adultos que cada fin de semana
llegan al lugar en busca de esos sonidos que los hacen vibrar.
Para finalizar el recorrido en el
Parque Lleras nos dirigimos a otro de los lugares más reconocidos especializados
en tragos cortos. Shupa Shots, allí
el reggaetón y la electrónica son los sonidos que invitan a los jóvenes a pasar
un rato antes de irse de rumba. Los shots
tienen nombres eróticos como, Orgasmo, Margarita la Puta, Cómeme y Pezonrosa. Sus visitantes se divierten con
muñecas inflables, pelucas, ganas y sombreros y para los indecisos está la
ruleta con todos los shots a la cual
se le da la vuelta y el que caiga es el elegido.
Como cortesía de la casa nos
regalan un Laminé, una mezcla de granadina, sandía, licor de melón, vodka y
zumo de limón, salud y sin pensarlo nos lo tomamos de una, la garganta queda
caliente por el licor, pero con un sabor dulce a sandía.
Con varios shots encima y el sonido de los timbales en la cabeza, cualquiera
queda iniciado para la rumba, es miércoles en Medellín y el fin de semana desde
ya empieza.